
Un informe de la Unión Europea concluye que el plomo que la caza deja en el campo supone un riesgo para la salud humana, las aves, y el medio ambiente.
Por su gran toxicidad para todos los seres vivos, este metal pesado ya fue eliminado hace tiempo de la gasolina y de las pinturas, y ahora la Unión Europea también está considerando eliminarlo de las municiones de caza.
No hay ningún nivel seguro; la exposición a cantidades de plomo, por muy pequeñas que sean, puede afectar al sistema nervioso, a la reproducción y al sistema immunológico, causar daños al cerebro y a los riñones, y aumentar la presión sanguínea. Los más vulnerables son los niños, y según varios estudios científicos un envenenamiento por plomo -incluso en dosis muy bajas- en los primeros años impide el desarrollo de las partes del cerebro que regulan el comportamiento.
Aparte del riesgo que el plomo supone para la salud humana, también amenaza las poblaciones de aves, que muchas veces ingieren perdigones por confundirlos con piedras, o por comer carne contaminada en el caso de las aves rapaces. España es el país europeo que tiene más diversidad de rapaces: más de 40, de las que todas tienen algún grado de protección legal.
En septiembre pasado ECHA, la Agencia Europea de Productos Químicos, presentó un informe de investigación sobre los efectos del uso de munición de plomo en las zonas terrestres. El informe había sido encargado por la Comisión Europea.
En él se puede leer que en España se han documentado casos de envenenamiento del Busardo ratonero, el Aguilucho pálido, el Halcón peregrino, el Milano real, y del Águila imperial ibérica. El informe también hace referencia a un estudio del año 2008, que contabilizaba una media de 7,4 perdigones por metro cuadrado, encontradas en el primer centímetro de tierra, en un coto de perdiz roja. Se cree que en los cotos intensivos, de suelta de perdices criadas en granjas, la densidad de perdigones es aún mayor.
Actualmente está prohibido usar munición de plomo para cazar en los humedales de las zonas naturales protegidas, y desde hace unos años se está estudiando ampliar la restricción a todo tipo de humedales, tengan protección legal o no.
Incluso estaría justificada una prohibición general – o una retirada de munición de plomo del mercado- por las conclusiones del informe. Es algo que la Comisión no descarta, y una prohibición tal ya existe en algunos países de la UE, como Noruega y Suecia.
En España la caza está permitida en el 86% de todo el territorio, y se calcula que se emite anualmente unas 6.000 toneladas de plomo al campo por esta vía. El contenido medio de plomo por pieza de caza supera el límite general establecido por la UE. Este plomo también puede llegar a contaminar el agua, tanto la subterránea como la superficial de ríos y lagos.
Fernando Fernández, Presidente del Club de Caza de Navaluenga, no ve mal que se amplien las restricciones:
– Las alternativas ya existen, y no son necesariamente más caras. Pero no hay mucha conciencia en este tema, y por costumbre se compran la misma munición de siempre.
Reconoce que no se habla mucho de ello entre los cazadores, pero no descarta hacer una campaña de información sobre los peligros que supone el plomo, y la necesidad de sustituirlo por otro material.
Lena Pettersson
(Fuentes:https://www.eldiario.es/sociedad/cantidad-diseminan-cazadores-naturaleza-aconseja_0_828718081.html
ECHA Newsletter, September 2018
ANNEX XV Investigation Report – lead and lead compounds)


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