Al abrir la ventana esta mañana, el aire olía a humo, y la urbanización de El Rincón además de todo el valle que veo desde mi casa estaba envuelto en una niebla gris. Y ahora a las once, el humo espeso de enfrente sigue saliendo, aunque afortunadamente ya no se queda tanto abajo. Además, la dirección del viento ahora lo está llevando hacía el campo de golf.
Después de leer un artículo interesante sobre el problema de las quemas de restos agrícolas en Murcia, y como estos dañan la salud, pensaba en lo culpable que me suelo sentir al ver los gases que salen de mi coche al arrancarlo después de varios días en parado. Que es como una gota en el mar, en comparación con los gases de efecto invernadero (CO2…), y algunos de los que más perjudican la salud, como las partículas 2,5. ¿Cuántos miles de kilómetros, de cuántos coches -necesarios en el mundo rural debido a la ausencia de transporte público-, equivaldrían a esta quema, a esta emisión innecesaria de las últimas 24 horas?
Habría que entender que los restos agrícolas y de jardines, no son residuos, sino RECURSOS. Que se deben reciclar, convirtiéndolos en compost, en acolchados, en pellets para biocombustible…
Un extracto del artículo mencionado arriba:
«…Tenemos una Ley Nacional de Residuos (22/2011, del 28 de julio), que es una transposición de una ley europea (de 2008), por la que todo residuo responde a una jerarquía de gestión. Una normativa local o autonómica no puede estar por encima de la europea, recuerda al hilo. En esta ley «la quema no está contemplada. La norma aporta un orden de gestión de residuos (a- compostaje, b, c…) que indica que toda persona que genera residuos debe hacerse cargo de su tratamiento posterior de una manera sostenible que no interfiera con el medioambiente y mucho menos con la salud pública. La última opción admite que, siempre y cuando los anteriores métodos hayan fallado, se considera la eliminación, donde entraría como una forma excepcional la incineración, que no es lo mismo que la quema a cielo abierto. Esa incineración tendría que desarrollarse bajo unas estrictas condiciones, en instalaciones industriales concretas y con el objetivo de producir calor y/o electricidad…
…Triturar es una de las gestiones que más valor aporta al suelo: conserva la humedad, contribuye a la formación de humus, evita la desertización, enriquece el suelo… Todo el mundo gana. En este sentido, habrá quien pueda optar a la trituradora y quien no. Cuando esto ocurra, una posibilidad es unirse para que una empresa recoja la poda y la triture fuera. Otra solución serían pequeñas trituradoras municipales para alquilar al igual que se alquilan bicicletas. A otros colectivos les bastaría con contenedores específicos. Habrá quien no necesite el material vegetal generado en su finca y prefiera que se lo retiren, y esos restos podrían entonces destinarse a otros fines: en distintos suelos, para la fabricación de pellet… La cuestión es que «siempre hay una manera de reciclar este tipo de residuos. Lo que no tiene ningún sentido es crear con ellos un problema de medioambiente o, peor aún, para la salud pública». …https://elclickverde.com/reportajes/%C2%ABquemar-restos-de-poda-es-como-quemar-la-basura-de-casa-en-la-calle%C2%BB
Otra página interesante que he encontrado trata de un proyecto Life para utilizar los restos de poda de viñas para compost, en lugar de quemarlos:http://lifesarmiento.eu/en/project/
El Plan Integral de Residuos de Castilla y León (de 477 páginas, yo creo que no hay quien sea capaz de leerselo entero) también establece el orden de prioridad en la gestión de los residuos:
- Prevención
- Preparación para la reutilización
- Reciclado
- Otro tipo de valorización, por ejemplo la valorización energética
- Eliminación
En el Decreto 11/2014, que aprueba el plan, encuentro un ejemplo de algo que pienso es parte del problema: cómo el lenguaje se ha degradado a algo puramente burocrático, que no compromete a ninguna acción concreta, que sólo es palabrería vacía… ¿O qué os parece este párrafo?:
«el Plan Integral de Residuos de Castilla y León se caracteriza por potenciar el carácter transversal de las acciones que lo componen bajo el prisma de una política que considera al mismo nivel los aspectos ambientales, principalmente, focalizados en la prevención, los económicos y los sociales. Tiene, por lo tanto, una vocación vertebradora, al trasladar el concepto de «medio ambiente como política transversal» a la realidad del mundo de los residuos. De esta manera, además, el plan permite dar contenido a conceptos que trascienden al ámbito de la gestión de residuos, como la prevención y el desarrollo económico.»
https://medioambiente.jcyl.es/web/es/planificacion-indicadores-cartografia/plan-integral-residuos.html
Y el humo sigue saliendo….
Lena Pettersson