Lena Pettersson
Estudios científicas muestran que las bebidas azucaradas es uno de los factores que más contribuyen a la obesidad y la diabetes. También hay cada vez más estudios que indican que un alto consumo de estas bebidas aumenta el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovasculares.
Ya que las bebidas azucaradas no tienen ningún valor nutricional, y que su consumo supone un riesgo para la salud de los consumidores, muchos expertos en salud pública sostienen que es lógico gravarlas igual que se hace con el tabaco o el alcohol.
Consumir demasiado azucar añadido puede aumentar la inflamación crónica y producir hipertensión, que son dos condiciones que incrementanel riesgo de padecer una enferemdad del corazón.
Para hacer la transición a unas dietas saludables tanto para los humanos como para el planeta, tenemos que reducir el consumo global de alimentos como carne roja y azuares en un 50%, y doblar el consumo de frutas, hortalizas frutos secos y legumbres. Necesitamos estratégias y medidas para mejorar el acceso a alimentos saludables y para desincentivar el consumo de alimentos insostenibles y nocivos/poco sanos.
Estas afirmaciones se pueden leer en varios artículos publicados en Harvard School of Public Health, igual que en muchos otros sitios.
https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/healthy-drinks/beverages-public-health-concerns/

En la lista de objetivos científicos para una “dieta de salud planetaria”, la comisión EAT-Lancet estableció el año pasado el consumo diario de azucar en la cantidad de 0 a máximo 30 gramos.
https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/sustainability/
En España la ingesta de azucares en personas adultas en 2011 fue de más de 90 gramos diarios, según un estudio. Según otro, en 2017 fue de 71 gramos al día. En cualquier caso, un consumo excesivo.
De hecho, el 17% de los españoles son obesos, y otros 37% tienen sobrepeso.
Para fomentar hábitos más saludables ahora el Ministerio de Consumo ha lanzado una campaña para concienciar sobre los riesgos que el consumo de azucares añadidos (que además se encuentran escondidos en la mayoría dde los alimentos procesados) y el Gobierno propone subir el IVA de las bebidas azucaradas desde el 10% al 21%.
El Ministerio encabezado por Alberto Garzón considera que ahora es más importante que nunca fomentar una alimentación más saludable y sostenible, y que para ello es «indispensable velar para que toda la ciudadanía, especialmente la más vulnerable, tenga acceso a alimentos nutritivos, frescos, de proximidad y de temporada.”
Son medidas muy en consonancia con los estudios científicos sobre alimentación y salud, y también con los compromisos internacionales para reducir las enfermedades no contagiosas como las cardiovasculares, la obesidad, la diabetes, el cancer – que además nos hacen más vulnerables ante el covid-19.
Y sin embargo, al hacer eso se han convertido en blanco de todo tipo de ataques, y han descadenado la típica avalancha de insultos y estupideces que caracterizan la actividad política española – en este caso la de Castilla y León – y que a mucha gente nos produce un rechazo cada vez más fuerte.
En el pleno de las Cortes de CyL el pasado miércoles, todos los grupos parlamentarios excepto los dos procuradores de Podemos-Equo (que se han abstenido) han apoyado la Proposición No de Ley del Grupo Popular, que propone lo siguiente:
«Las Cortes de Castilla y León instan a la Junta de Castilla y León a:
1.- Que manifieste al Gobierno de España su total rechazo y, en consecuencia, solicite la retirada de la propuesta de aumentar el IVA del 10 % al 21 % para las bebidas carbonatadas y azucaradas en España.
2.- Que, asimismo, solicite al Gobierno de España la retirada inmediata de la campaña de consumo contra el azúcar en la que incluso se compara indebidamente al azúcar con el tabaco, y que sea sustituida por campañas informativas y educativas dirigidas a promover hábitos de consumo responsables, todo ello en colaboración con el sector remolachero-azucarero.
3.- Reforzar esta posición con adhesiones de entidades y colectivos que apuesten por el sector remolachero-azucarero de Castilla y León, contribuyendo al desarrollo de nuestras zonas rurales».
Valladolid, 26 de octubre de 2020.
Claro que medidas que se toman para proteger la salud pueden conllevar perjuicios económicos para determinados grupos (lo vemos todos los días en estos tiempos de pandemia), y como dicen en los Antecedentes del PNL, el 70% de los cultivos de la remolacha azucarera se encuentran en Castilla y León y muchas personas dependen de este sector.
Sin embargo, si a los políticos les importaba más nuestra salud, y un auténtico desarrollo rural (sostenible), podrían haber presentado otra PNL, solicitando apoyos para convertir parte del sector a cultivos más saludables y ecológicos. Por ejempo.
Pero en lugar de informarse sobre temas como la relación entre el azucar-la obesidad-la vulnerabilidad ante el COVID-19, o qué pasa con las abejas (y aves) cuando ingieren semillas de remolacha tratadas con neonicotinoides prohibidos pero autorizados “excepcionalmente”, se dedican a competir en expresar el insulto más ingenioso (ver el artículo de Europa Press
También me pregunto cómo se imaginan las «campañas informativas y educativas dirigidas a promover hábitos de consumo responsables, todo ello en colaboración con el sector remolachero-azucarero»,» que la PNL propone que sustituyan la actual campaña de sensibilización.
Otras fuentes:
https://actualidad.rt.com/ciencias/161702-consecuencias-azucar-salud-estudios-personas
https://www.health.harvard.edu/heart-health/the-sweet-danger-of-sugar

Gracias Lena por señalar algo tan importante y que pasa tan desapercibido. Yo estoy muy de acuerdo con lo que dices. El problema es el de siempre. Apoyo de los políticos a los sectores con más poder, aunque las actuaciones sean contraproducentes, absurdas e ilógicas. En fin… Bs Pilar
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