También hemos recibido el siguiente Manifiesto de la Plataforma Valle del Tiar en Transición:
MANIFIESTO DE LA PLATAFORMA VALLE DEL TIÉTAR EN TRANSICIÓN EN RELACIÓN AL COVID 19: UNA OPORTUNIDAD PARA EL VALLE DEL TIÉTAR
Desde principios de marzo vivimos una experiencia nueva, el Covid19, que, a pesar de los avisos del año 2008, la gripe aviar, el ébola, y otras muchas advertencias, ha producido una profunda crisis sanitaria y amenaza con provocar una nueva crisis económica.
Se ha evidenciado con toda claridad que un buen sistema sanitario público es fundamental para garantizar la seguridad de nuestra sociedad y que nuestro sistema económico, además de creador de grandes desigualdades, despilfarro y contaminación inasumibles, es tremendamente vulnerable.
Sin embargo, nos sigue costando mucho darnos cuenta de la sutil dependencia que hay entre esta dramática situación y nuestra actividad económica, porque la inmensa mayoría de las personas están todavía asustadas y confusas y prefieren desentenderse de los fantasmas que amenazan nuestro sistema de vida. Pero tarde o temprano tendremos que ser todos conscientes de que el incremento de los últimosincidentes víricos y su peligrosidad, están directamente relacionados con los sistemas de producción industrial intensiva de animales o que el cambio climático en ciernes va a provocar mucho más daño colectivo que el coronavirus; al final tendremos que cambiar nuestro modo de vivir. Nos consolamos pensando que la crisis sanitaria es excepcional y que se resuelve con un pequeño sacrificio a corto plazo, como limitar un tiempo los viajes, no ir al bar o ponerse mascarillas y que en el asunto del cambio climático ya se verá más adelante, porque como avanza al ralentí no es urgente reaccionar hasta que se precipiten los acontecimientos.
Pero en realidad es urgente tomar conciencia colectiva de todas esas amenazas y anticiparse, hacer los cambios necesarios para atenuar sus efectos. Para conseguirlo siempre es mejor transmitir esperanza y apoyarse en los buenos deseos de la gente que ser catastrofista. El Covid19 también tiene su lado positivo, nos ha hecho reflexionar sobre el futuro e imaginar otro modelo de vida más resiliente, protector, soberano e inclusivo, climáticamente neutro, que proteja la biodiversidad y reconduzca nuestros sistemas agroalimentarios. Todo eso tendría además un enorme potencial generador de empleo y mejoraría nuestra calidad de vida.
Nos ha quedado claro que podemos cambiar las cosas si vamos de la mano, si actuamos de forma comunitaria. La nueva ola de solidaridad que está recorriendo nuestra sociedad refleja un profundo cambio de mentalidad que permite avanzar hacia otras praxis no individualistas. Ha ido incrementándose el deseo de volver a apoderarse de lo común, no solo de los bienes, sino también de los procesos, los cuidados, la interdependencia y los propósitos compartidos sobre la base de la solidaridad mutua, algo que está muy presente en la respuesta ciudadana a esta crisis y que si es sostenido y amplificado, nos guiará hacia el futuro que queremos.
Ahora es el momento de poner en valor los beneficios de una nueva economía de circuito corto, que produzca bienes y servicios que prioricen las necesidades de las personas y no la rentabilidad de la inversión. Pero no debemos ser ingenuos, las poderosas fuerzas que gobiernan el sistema defenderán sus intereses y presionarán para que todo vuelva a ser como antes. Conviene anticiparse y tomar la iniciativa, divulgar lo antes posible otros valores y objetivos de una forma clara y sencilla, ilusionante, sabiendo que el antídoto al miedo no es el odio, la culpa o el egoísmo, sino el afecto y la empatía.
Un territorio más autosuficiente nos permitiría responder mucho mejor ante los retos del futuro incierto que se nos avecina. Por eso nuestra apuesta es crear un nuevo sujeto comarcal organizado en red, con la capacidad de conseguir que realidades diversas se conecten, dialoguen y actúen de común acuerdo, garantizando su complicidad. Dar vida a situaciones enraizados en valores como la interdependencia, la solidaridad, los cuidados mutuos, el propósito compartido y la acción colectiva. Tenemos las herramientas, Internet y las aplicaciones de comunicación vinculadas nos permiten desarrollar esa estructura funcional inédita.
Para ello la Plataforma Valle del Tiétar en Transición debe ser entendida como un instrumento transversal de intervención y acción social transformadora. Queremos que nuestra comarca realice una transición deseable mediante pequeñas metas sucesivas que supongan mejoras para la vida de sus habitantes. Transitar desde la sociedad de la posesión a la del ser, de la competición a la cooperación, del saqueo a la preservación, de la opulencia/escasez a la suficiencia y la sobriedad, no por razones dogmáticas, sino porque desmarcarse del productivismo y el consumismo es, en última instancia, bello y liberador. Un experimento que permita alcanzar la máxima auto suficiencia del Valle del Tiétar y que pueda servir de ejemplo paradigmático para otras muchas zonas rurales.
