Publicado por Lena Pettersson
Hace unos días, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN en español, IUCN en inglés) presentó la última edición de la Lista Roja de las especies amenazadas, que muestra unos resultados muy preocupantes.
De las más de 100.000 especies de animales y plantas que han sido evaluadas desde 1964, unos 28.000 están en peligro de extinción.
Lo que está reduciendo la diversidad de seres vivos en nuestro planeta es nuestra sobreexplotación de la naturaleza, la contaminación, la pérdida de habitats tanto por el cambio climático como directament de acciones humanas, las talas y el tráfico ilegales de especies, etc.
http://www.diariosigloxxi.com/texto-s/mostrar/328999/28000-especies-estan-amenazadas-planeta
Cuando una planta o animal desaparece, no sólo perdemos la posibilidad de disfrutar de verlo, sino también nos hace más vulnerables; afecta a la estabilidad y la productividad de los ecosistemas, que están formadas por unas redes de dependencias mutuas.
Según un artículo publicado recientemente en the Lancet, “la salud humana está diretamente relacionada con la producción de alimentos, y como la biodiversidad afecta la disponiblilidad de estos, también afecta a nuestra salud. La pérdida de variedades cultivadas, y la subsiguiente dependencia en agroquímicos para compensar la reducción la la resiliencia de las plantas y el empobrecimiento del suelo, nos expone a contaminantes que dañan nuestra salud. Incluso aunque la cantidad de alimentos se mantiene, la poca diversidad afecta a la calidad de los nutrientes.
La salud del 60% de la población mundial que utiliza medicinas tradicionales basadas en plantas se ve también amenadaza al desaparecer muchas plantas medicinales silvestres. (…)
Más o menos la mitad de todas las medicinas modernas han sido desarrolladas a partir de productos naturales…”
https://www.thelancet.com/journals/lanplh/article/PIIS2542-5196(19)30113-5/fulltext
¿Qué podemos hacer nosotros? Por ejemplo exigir que nuestros alimentos se produzcan de una forma compatible con el resto de los seres vivos, en lugar de en los actuales monocultivos que acaban con todo bicho o planta excepto los que se van a comercializar y que de paso envenenan el suelo, el agua, y nuestros cuerpos. Y también exigir que se acabe con la nefasta práctica de fumigar los bordes y cunetas de calles y carreteras.
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Más información acerca de especies amenazadas en Europa:
http://ec.europa.eu/environment/nature/conservation/species/redlist/
Decreto 63/2007, del Catálogo de Flora Protegida en Castilla y León:
Flora protegida CyL, microreservas
Voces de Ávila 